Guillermo Dávila reconquistó corazones en el ANFITEATRO de EL HATILLO

El pasado jueves 30 y viernes 31 de julio fueron las fechas escogidas para dar lugar al reencuentro de Guillermo Dávila con el público caraqueño. 

Reconocido actor y cantautor venezolano y el ídolo de toda una generación, el artista se presentó en concierto en el Anfiteatro de El Hatillo, deleitando a su variopinta audiencia, compuesta por damas adultas y jóvenes, así como caballeros y niños, luego de sortear la pertinaz lluvia y el tráfico que sirvió de preludio para la realización de este gran espectáculo.

Días de Pasión

Guillermo arribó al escenario de este prestigioso anfiteatro a las 9:10pm, junto a su banda de músicos, quienes fungieron también de coristas, decenas de luces de última generación y un sistema de sonido respaldado por un despliegue técnico, con el tema “Días de Pasión”, del álbum homónimo, publicado en 1998 (Sony Music), para pasearse por un amplio y selecto repertorio de temas perteneciente a toda su carrera artística, incluyendo los grandes éxitos de su amplia discografía, entre ellos “Por Amarte tanto" (1992), “Llevo Perfume a Ti” (1984), “Tu Corazón” y “Me Fascinas” (1988).

Toda la luz definitivamente…

Con su estilo irreverente y desenfadado, vestido con un Blazer negro, jeans, camisa manga larga azul de rayas y zapatos negros, Dávila prosiguió su periplo musical, guitarra en mano, con los temas de 1985 “Juego Abierto”, “Cantaré para ti”, y la magnética pieza “Toda la luz”, del álbum "Definitivamente" (1984), coreada de manos alzadas por el público, cautivando a las féminas que lo abordaron efusivamente al pie de la tarima.

Así es la vida

Jovial y vital en escena, y a ritmo de Rock & Roll, con “Así es la vida” (1982), como telón de fondo, Guillermo presentó uno a uno a sus músicos, comenzando por el bajista y baterista hasta el guitarrista y tecladista, integrantes de la agrupación Beat3. Interactuó con el público contando chistes y, como en sus mejores tiempos invitó a algunas de sus fanáticas a subir al escenario para bailar y compartir con él, las cuales acudieron solícitas atendiendo el llamado. Genio y figura…

Nadie ocupa tu lugar

En un tono más íntimo, con los músicos formando un semicírculo, con caja de percusión y en una atmósfera cercano al unplugged, presentó un medley de baladas en acústico, que incluyó clásicos de la talla de “Ves como es”, de su álbum "Un Poco De Amor" (1983), tema versionado por el quinteto vocal A.5 en el año 2000; la cálida y emotiva composición de Dávila “Nadie ocupa tu lugar” de la producción "Guillermo Dávila 5" (1988), dedicada a sus padres. La letra, que evoca buenos recuerdos, tocó sus fibras más sensibles, razón por la cual decidió finalizarla antes de la segunda vuelta “en honor a ese par de viejos, a los cuales amo profundamente”, configurando uno de los momentos más conmovedores de la velada.
La nostalgia siguió avivándose con los temas “Es cuestión de tiempo” (1982) y “Cada cosa en su lugar” (1983), de sus dos primeras producciones discográficas, las cuales fueron coreadas de manera entusiasta por los asistentes, no sin antes expresar de forma entusiasta un sentido ¡Dios los bendiga!.

Solo pienso en ti

Acoplándose luego con la banda en pleno, Dávila continuó recorriendo sus éxitos, a las 10:06pm, con la interpretación de sus primeros grandes hits, los mega clásicos del ‘82 “Solo pienso en ti” y “Déjate Amar”, versionado éste último con beats de reggae fusionado con soul y funk, los cuales levantaron de sus asientos a los presentes en el Anfiteatro.
La emotiva pieza “Barco a la deriva”, del álbum “Por Amarte Tanto” (1992), el cual responde a una historia real de pérdida del ser amado vivida por el ingeniero de sonido y productor de dicho trabajo discográfico, logró cautivar los corazones de los presentes.
Dándole un giro rítmico a su show, y consultando al público acerca de cómo lo estaban pasando, el intérprete de "Atrapado, Atado" siguió el curso de su recital con las festivas piezas “Tiempo Libre” (1982), que sirviera de marco musical del productor Joaquín Riviera para los recordados Juegos Panamericanos efectuados en la Venezuela de 1983, y bautizada por él en son de broma como “tiempo horrible”, así como la pícara “Le pondré un candado”, de su recopilatorio “Éxitos y Algo Más” (1989), en una versión más rockera, distinta del arreglo original, mucho más latino.

Tu Mejor Amigo

Guillermo dio las gracias por la presencia del público y dedicó, acto seguido, el tema “Tu Mejor Amigo” (1982) dedicado a su país, “a mi bella Venezuela”. En esta ocasión, una fanática logró subir al olimpo escénico y ser el objeto de ofrenda de esta canción, así como una rápida remembranza del cadencioso tema rapeado “Sólo quiero cocos”, del álbum "Tuyo" (1990), para cerrar este bloque latino con la archiconocida pieza de su discografía "Mamita, ábreme la puerta" (1990), coreada sin parar por sus seguidores, a quienes dio nuevamente las gracias por haber venido “esperando que se hayan divertido”.

Nunca Dejes de Soñar

Como tema de cierre, y toda una grata sorpresa resultó la selección del conmovedor y esperanzador tema “Nunca Dejes de Soñar” de su primer LP "Guillermo Dávila" (1982), manifestando enfático que “El Futuro comienza en las caras de los niños”, mientras que las pantallas mostraban una sucesión de imágenes de niños y niñas en condición de pobreza y abandono, así como de evocadores paisajes en aras de sensibilizar y dar un mensaje de fe y optimismo ante la adversidad en estos tiempos difíciles. Con la bandera tricolor venezolana de fondo, se retiró del escenario a las 10:47pm, dejando en claro, como una sentencia providencial “que nada ni nadie nos podrá quitar la libertad”. A buen entendedor…


Regresó a petición del público, luego de la consabida solicitud de ¡Otra, Otra! con el tema “No voy a mover un dedo” (1983), composición de Yordano que, a confesión de parte no estaba en el programa y que fue coreada desde las gradas entusiastamente por un público que se mostró entregado y leal seguidor de su carrera artística, sellando así, de manera asertiva, el plan de reconquista de corazones del ídolo de toda una generación desde El Hatillo, a las 10:50pm.
Fin de acto. Misión cumplida. ¡Hasta la próxima vez!



Aprovechamos la oportunidad par agradecer la colaboración y atenciones recibidas por parte de la periodista Betty Vásquez, así como Moisés Levy, Manager del artista; y las excelentes gráficas de Manuel Garrick Gómez, quienes hicieron posible, mediante sus buenos oficios, que pudiésemos cumplir con nuestra labor y ofrecerles la presente reseña, On Stage & Backstage. Del mismo modo agradecemos a la actriz Norah Suárez y su hermosa hija; la psicóloga María Fernanda Lobato, los actores Reynaldo José, Paula Woychejosky y el músico Efraín González, por su buena vibra para con el equipo Diverso. A Todos Ustedes les decimos: ¡Gracias Totales!

Paula Woyzechowsky, actriz de teatro y tv, captada por el lente Diverso.

Flor Elena González, actriz del elenco de la telenovela Los Misterios del Amor, con Doña Griselda del staff de "La Bomba".

Norah Suárez, actriz de comedia de Radio Rochela, entrevistada para RCTV Internacional.

Norah Suárez, actriz y humorista, comparte la velada junto a su hermosa hija.

Dos Chicas de TV: la actriz Flor Elena González y Bárbara Sánchez, bella conductora del segmento Lo Actual (Televen).

Dos de las reporteras gráficas del portal EntreEventos, cubriendo el concierto.

Parte del público asistente al Anfiteatro de El Hatillo posando felices para nuestro lente Diverso.

La actriz Paula Woyzechowsky junto al músico y baterista Efraín González y el actor Reynaldo José, compartiendo el éxito del concierto.

Jesús Torres, “El Guaro” de Ají Picante y la pícara Joselyn Rodríguez, captados por el lente Diverso cubriendo los pormenores del concierto.

Guillermo Dávila logró condensar 27 años de éxitos en un show de dos horas, donde la nostalgia por una época inolvidable y la interacción con su público de siempre junto a la presencia de las nuevas generaciones fueron los protagonistas de 2 noches de buen espectáculo. Atributos que le confieren, sin duda, un indiscutible toque Diverso…

Texto: Carlos Medina.
Fotos: Manuel Garrick Gómez / Carlos Medina.