Estará a cargo de la historia que escribe Perla Farías para Telemundo
Con una trayectoria de más de 20 años dirigiendo dramáticos de RCTV y Venevisión y tras codirigir el remake de “Destino de Mujer” (“Vuélveme a Querer”) en TV Azteca, el venezolano Leonardo Galavís asume por primera vez la dirección general en “Dónde está Elisa”, ambicioso proyecto producido por la cadena Telemundo NBC y RTI, cuyas grabaciones empezaron en la ciudad de Miami el pasado 27 de enero para ser lanzado al aire en Estados Unidos durante el mes de marzo en horario “prime time” de la cadena Telemundo.
Galavís, quien hasta ahora se había desempeñado como director de exteriores y co-director de diversos títulos de la televisión nacional como “Amores de fin de siglo”, “Contra viento y marea”, “Quirpa de tres mujeres”, “El país de las mujeres”, “Enséñame a Querer”, “Toda Mujer” y “Amantes de luna llena”, entre otros, lleva las riendas como director titular de esta nueva teleserie que es una adaptación de una obra chilena que realiza actualmente la escritora venezolana Perla Farías (“Mis tres hermanas”, “Juana La Virgen”) para esta televisora de habla hispana en Estados Unidos, que se ha convertido en líder en cuanto a la producción y venta de telenovelas a nivel mundial.
En “Dónde está Elisa”, a Galavís le toca dirigir a un elenco de talla internacional, donde destacan las venezolanas Sonya Smith y Claudia Moreno, los mexicanos Gabriel Porras y Omar Germenos, la colombiana Catherine Sciachoque y el cubano Jorge Luis Pila, entre otros y según sus palabras, “es uno de los proyectos más importantes para Telemundo, sospecho que marcará un momento importante para el tipo de telenovela hispana que se hace en los Estados Unidos, y tengo la fortuna de estar allí”.
Este director venezolano, que planea realizar para finales del presente año su primer largometraje “El Libro de los Muertos” en la ciudad de México y quien planifica una adaptación de una novela de Miguel Otero Silva para el séptimo arte, también ha dejado su huella en otros dramáticos internacionales como: “Dame Chocolate”, “Tierra de Pasiones”, “La Viuda de Blanco”, los seriados “Decisiones” y “Más sabe el diablo”, emitido actualmente en nuestro país por Televen a las 9:00 pm.
-¿Cómo llegó este gran de ser director titular de Telemundo en Miami?
-Al concluir las grabaciones de “Vuélveme a Querer” de Mariela Romero para TV Azteca en México, regresé a Miami y Telemundo me llamó para concluir “Más sabe el Diablo” en diciembre de 2009 e inmediatamente me hablaron de la dirección general del proyecto “Dónde está Elisa” y sin pensarlo, lo acepté. La novela original se hizo en Chile con un arrasador éxito de audiencia en ese país.
-¿Cómo definirías este nuevo proyecto que estás emprendiendo y qué toque piensas darle al mismo como director?
-“Dónde está Elisa” realmente es una serie policial, o si se quiere, una telenovela policial. La historia narra el secuestro de Elisa y cómo su desaparición destapa una cantidad de conflictos muy interesantes en las personas más allegadas a ella: su familia y amigos cercanos, quienes a su vez se convierten en sospechosos de la desaparición de esta niña. La adaptación del libro original es de la venezolana Perla Farías, quien ha sabido colocar la historia dentro de un contexto más global, sumándole elementos dramatúrgicos que conectan al “thriller” policial con la telenovela tradicional. Después de varias reuniones con los productores y la escritora, mi compromiso es hacer uso de los altos valores de producción que han caracterizado a Telemundo y me propuse trabajar un estilo visual intimista dentro de los sets de los personajes, que propone puestas en escena bastante elaboradas y ricas en planos muy cerrados; que hagan que la audiencia tenga una conexión más fuerte con los personajes de la historia.
-¿Qué tipo de condiciones se requieren para que una empresa tan importante en la actualidad como lo es Telemundo, te designe como director titular?
-La telenovela es un producto de consumo masivo y su naturaleza impone rendimiento, productividad y ceñimiento a un presupuesto, por lo que se necesita tener un director que combine talento como narrador, un liderazgo sostenido con el equipo de realización y versatilidad como realizador. Llevo 25 años de carrera, he trabajado en tres países y saben que soy muy planificado, mi trabajo de visualización es sofisticado, mi puesta en escena es sólida y mi comunicación con los actores es precisa. Trato de apuntar siempre a la excelencia como director, y mi estándar se ha mantenido, aparte de ser productivo como director; son parámetros que hoy en día son muy valorados en empresas como Telemundo.
-Vienes de dirigir en un mercado tan competitivo como México, en el reamake de “Destino de Mujer”, ¿qué tal la experiencia en ese mercado tan grande e influente como el azteca?
-El mercado de la telenovela en México es muy reñido. En TV Azteca siempre les han dado la bienvenida a directores extranjeros para otorgarle una visión fresca y diferente a sus productos, a pesar de que ese país tiene muy buenos directores. “Vuélveme a Querer” (“Destino de Mujer”) fue un reto importante en México; la autora Mariela Romero es muy respetada allá y la experiencia de dirigir su novela fue extraordinaria. Fue una producción compleja y el mayor éxito de este trabajo fue haber diferenciado el producto dentro de la grilla de producción de ese canal, lo que se tradujo en muy buena sintonía y la venta de la novela en más de 30 países.
-¿Sientes que los profesionales venezolanos están altamente preparados para el competitivo mercado internacional?
-El director venezolano de TV tiene muy buena escuela. Por ser versátil y no tener que dirigir sólo la escena o hacer sólo la dirección técnica sino ambas, nos coloca en un lugar interesante a nivel competitivo en Latinoamérica. En el mercado norteamericano, el caso tiene otros matices, pues sólo un director latinoamericano con experiencia en telenovelas y el dominio del castellano y el inglés, podría dirigir este género. Aun habiendo directores de cine y TV americanos que hablaran castellano, la dirección de una telenovela requiere exclusivamente de un director que domine a cabalidad el idioma y conozca íntegramente el formato del género.
-¿Cómo ves a la telenovela venezolana en la actualidad en cuanto al mercado internacional, has podido hacerle seguimiento a lo que se hace actualmente en el país?
-La telenovela venezolana estuvo en un pedestal durante años y se vendía en todo el mundo. Países como Argentina, Perú, Chile, y particularmente Colombia, le han sacado ventaja al género dándole la vuelta narrativamente y atreviéndose a contar historias diferentes sin tapujos ni autocensura. Venezuela ha quedado rezagada en este aspecto; nos dormimos en nuestros laureles confiados de haber sido uno de los mayores productores. La coyuntura económica que azotó al país hacia finales de los 90 hizo que los canales de TV decidieran no invertir tanto en telenovelas, teniendo un impacto severo en la calidad del producto. Hoy día la competencia es fiera en los mercados internacionales, ya en Asia se hacen telenovelas propias y otros países que compraban nuestros productos descubrieron que también pueden producirlos. Necesitamos darnos cuenta de que en Venezuela hay maravillosos escritores y actores, y que debemos ser más osados y rigurosos con nuevas historias.
-¿Qué sientes que falta a los dramáticos venezolanos para resurgir?
-Que la gerencia de la televisión venezolana se centre en buenas historias, lo cual es el gancho de todo espectáculo exitoso en cualquier país del mundo. Es necesario que esa gerencia vea hacia adentro; Venezuela no sólo cuenta con mujeres hermosas y Misses que se convierten en actrices de la noche a la mañana; tiene una geografía única en el mundo, un ámbito cultural, social e histórico del que podrían surgir excelentes historias. Es justamente lo que hacen Brasil y Colombia: dejarle saber al resto del mundo la riqueza cultural y geográfica de la que son dueños, del extraordinario humor y picardía que exudan sus habitantes. Tenemos una planta de actores y escritores extraordinariamente talentosa que han tenido que recurrir a la búsqueda de otros horizontes o emigrar porque su trabajo no es valorado. Lo que convierte en miope nuestra gerencia televisiva, es la filosofía de producir más, invirtiendo menos. La gerencia criolla necesita entender que las buenas historias valen dinero; los buenos escritores, actores, directores, fotógrafos y técnicos cuestan dinero, y que ésa sí es una inversión importante. Lo demás es sentarse y esperar a que caigan los frutos del árbol.
-Siendo un profesional de la dirección que se inició en RCTV, ¿cómo ves desde afuera lo que ha pasado recientemente con esta televisora?
-RCTV no sólo fue hogar y escuela de muchos profesionales de nuestro oficio. También fue una televisora familiar a la que uno le tenía especial afecto desde niño. El mejor legado que RCTV dejó en nuestro medio fue haber sido la sede de la Academia Nacional de Ciencias y Artes del Cine y la Televisión, creada en 1978; maravillosa iniciativa en la formación de técnicos, productores y directores que luego formaron parte de las filas de la producción profesional en esa planta. El cierre de RCTV que hoy por hoy con su archivo audiovisual debería ser declarado patrimonio de la nación es sumamente triste, pero no debe sorprendernos, pues los medios han colocado gobernantes en pedestales, y también han sido víctimas de ellos.
-¿Siempre la TV, o tienes planificado dar el salto al cine u otros géneros como el teatro?
-Antes de pensar siquiera en hacer televisión, sólo quería hacer cine, y sigue siendo mi meta final. Tuve la maravillosa oportunidad de estudiar cine en la Syracuse University de Nueva York. A finales de 2010 viajaré a México para rodar un largometraje cuyo guion también escribí, “El Libro de los Muertos”, con Francis Romero, actriz venezolana de gran trayectoria y un maravilloso elenco de México. También estoy trabajando en una adaptación de una novela de nuestro Miguel Otero Silva, y en “Rigor Mortis”, largometraje que escribí y que dirigiré y coproduciré con una compañía de Nueva York. Puedo anunciar que Harvey Keitel (“Mean Streets”, “The Bad Lieutenant”, “The Piano”, “Reservoir Dogs”), está planteado para protagonizar la historia. En proyecto también tengo dirigir teatro en México: “Same Time, Next Year”, con Anna Ciochetti y Omar Fierro.
-¿Cómo sería tu tipo de telenovela ideal que te gustaría desarrollar a futuro?
-Me gustó “Por estas Calles”, pero también me gusta la manera como los brasileños manejan sus historias de una forma completamente cinematográfica y sin renegar del melodrama. El tipo de telenovela que me gustaría hacer es la que combine la comedia, el drama y la acción de una manera inteligente. Este es el tipo de producto por el que se está apostando en Colombia, Brasil, Argentina, Chile; y cuyo ejemplo podría seguir Venezuela. Adicionalmente, me gustaría compartir la dirección con una mujer. Hay pocas directoras en este oficio y creo que la sensibilidad femenina, poseedora de una óptica muy particular, tiene mucho qué decir en este género que desde sus inicios fue escrito para las mujeres.
-¿De tantas telenovelas que dirigiste en Venezuela, de cuál guardas un especial recuerdo y por qué?
-Hay dos muy especiales para mí: “Amores de Fin de Siglo” en RCTV y “Enséñame a querer” en Venevisión. “Amores…” por haber sido la primera como director de exteriores y fue un excelente libro; allí tuve la oportunidad de trabajar con un elenco de ensueño y de experimentar diferentes discursos en los que el lenguaje cinematográfico rompía de alguna manera el esquema tradicional narrativo de nuestra televisión. “Enséñame a Querer” fue una magistral adaptación que hizo Alberto Barrera Tyzka de “Caballo Viejo” de Bernardo Romero. Allí compartí la dirección general con Luis Alberto Lamata, gran director y maravillosa persona, quien tuvo a bien abrirme las puertas de la dirección de estudio sin ningún temor ni celo, y de quien aprendí mucho sobre el oficio. Desgraciadamente, ese proyecto fue relegado a la gaveta de un escritorio y transmitido en un muy breve lapso de tiempo en el aire.
Por: Lic. Luis Ugueto
Con una trayectoria de más de 20 años dirigiendo dramáticos de RCTV y Venevisión y tras codirigir el remake de “Destino de Mujer” (“Vuélveme a Querer”) en TV Azteca, el venezolano Leonardo Galavís asume por primera vez la dirección general en “Dónde está Elisa”, ambicioso proyecto producido por la cadena Telemundo NBC y RTI, cuyas grabaciones empezaron en la ciudad de Miami el pasado 27 de enero para ser lanzado al aire en Estados Unidos durante el mes de marzo en horario “prime time” de la cadena Telemundo.
Galavís, quien hasta ahora se había desempeñado como director de exteriores y co-director de diversos títulos de la televisión nacional como “Amores de fin de siglo”, “Contra viento y marea”, “Quirpa de tres mujeres”, “El país de las mujeres”, “Enséñame a Querer”, “Toda Mujer” y “Amantes de luna llena”, entre otros, lleva las riendas como director titular de esta nueva teleserie que es una adaptación de una obra chilena que realiza actualmente la escritora venezolana Perla Farías (“Mis tres hermanas”, “Juana La Virgen”) para esta televisora de habla hispana en Estados Unidos, que se ha convertido en líder en cuanto a la producción y venta de telenovelas a nivel mundial.
En “Dónde está Elisa”, a Galavís le toca dirigir a un elenco de talla internacional, donde destacan las venezolanas Sonya Smith y Claudia Moreno, los mexicanos Gabriel Porras y Omar Germenos, la colombiana Catherine Sciachoque y el cubano Jorge Luis Pila, entre otros y según sus palabras, “es uno de los proyectos más importantes para Telemundo, sospecho que marcará un momento importante para el tipo de telenovela hispana que se hace en los Estados Unidos, y tengo la fortuna de estar allí”.
Este director venezolano, que planea realizar para finales del presente año su primer largometraje “El Libro de los Muertos” en la ciudad de México y quien planifica una adaptación de una novela de Miguel Otero Silva para el séptimo arte, también ha dejado su huella en otros dramáticos internacionales como: “Dame Chocolate”, “Tierra de Pasiones”, “La Viuda de Blanco”, los seriados “Decisiones” y “Más sabe el diablo”, emitido actualmente en nuestro país por Televen a las 9:00 pm.
-¿Cómo llegó este gran de ser director titular de Telemundo en Miami?
-Al concluir las grabaciones de “Vuélveme a Querer” de Mariela Romero para TV Azteca en México, regresé a Miami y Telemundo me llamó para concluir “Más sabe el Diablo” en diciembre de 2009 e inmediatamente me hablaron de la dirección general del proyecto “Dónde está Elisa” y sin pensarlo, lo acepté. La novela original se hizo en Chile con un arrasador éxito de audiencia en ese país.
-¿Cómo definirías este nuevo proyecto que estás emprendiendo y qué toque piensas darle al mismo como director?
-“Dónde está Elisa” realmente es una serie policial, o si se quiere, una telenovela policial. La historia narra el secuestro de Elisa y cómo su desaparición destapa una cantidad de conflictos muy interesantes en las personas más allegadas a ella: su familia y amigos cercanos, quienes a su vez se convierten en sospechosos de la desaparición de esta niña. La adaptación del libro original es de la venezolana Perla Farías, quien ha sabido colocar la historia dentro de un contexto más global, sumándole elementos dramatúrgicos que conectan al “thriller” policial con la telenovela tradicional. Después de varias reuniones con los productores y la escritora, mi compromiso es hacer uso de los altos valores de producción que han caracterizado a Telemundo y me propuse trabajar un estilo visual intimista dentro de los sets de los personajes, que propone puestas en escena bastante elaboradas y ricas en planos muy cerrados; que hagan que la audiencia tenga una conexión más fuerte con los personajes de la historia.
-¿Qué tipo de condiciones se requieren para que una empresa tan importante en la actualidad como lo es Telemundo, te designe como director titular?
-La telenovela es un producto de consumo masivo y su naturaleza impone rendimiento, productividad y ceñimiento a un presupuesto, por lo que se necesita tener un director que combine talento como narrador, un liderazgo sostenido con el equipo de realización y versatilidad como realizador. Llevo 25 años de carrera, he trabajado en tres países y saben que soy muy planificado, mi trabajo de visualización es sofisticado, mi puesta en escena es sólida y mi comunicación con los actores es precisa. Trato de apuntar siempre a la excelencia como director, y mi estándar se ha mantenido, aparte de ser productivo como director; son parámetros que hoy en día son muy valorados en empresas como Telemundo.
-Vienes de dirigir en un mercado tan competitivo como México, en el reamake de “Destino de Mujer”, ¿qué tal la experiencia en ese mercado tan grande e influente como el azteca?
-El mercado de la telenovela en México es muy reñido. En TV Azteca siempre les han dado la bienvenida a directores extranjeros para otorgarle una visión fresca y diferente a sus productos, a pesar de que ese país tiene muy buenos directores. “Vuélveme a Querer” (“Destino de Mujer”) fue un reto importante en México; la autora Mariela Romero es muy respetada allá y la experiencia de dirigir su novela fue extraordinaria. Fue una producción compleja y el mayor éxito de este trabajo fue haber diferenciado el producto dentro de la grilla de producción de ese canal, lo que se tradujo en muy buena sintonía y la venta de la novela en más de 30 países.
-¿Sientes que los profesionales venezolanos están altamente preparados para el competitivo mercado internacional?
-El director venezolano de TV tiene muy buena escuela. Por ser versátil y no tener que dirigir sólo la escena o hacer sólo la dirección técnica sino ambas, nos coloca en un lugar interesante a nivel competitivo en Latinoamérica. En el mercado norteamericano, el caso tiene otros matices, pues sólo un director latinoamericano con experiencia en telenovelas y el dominio del castellano y el inglés, podría dirigir este género. Aun habiendo directores de cine y TV americanos que hablaran castellano, la dirección de una telenovela requiere exclusivamente de un director que domine a cabalidad el idioma y conozca íntegramente el formato del género.
-¿Cómo ves a la telenovela venezolana en la actualidad en cuanto al mercado internacional, has podido hacerle seguimiento a lo que se hace actualmente en el país?
-La telenovela venezolana estuvo en un pedestal durante años y se vendía en todo el mundo. Países como Argentina, Perú, Chile, y particularmente Colombia, le han sacado ventaja al género dándole la vuelta narrativamente y atreviéndose a contar historias diferentes sin tapujos ni autocensura. Venezuela ha quedado rezagada en este aspecto; nos dormimos en nuestros laureles confiados de haber sido uno de los mayores productores. La coyuntura económica que azotó al país hacia finales de los 90 hizo que los canales de TV decidieran no invertir tanto en telenovelas, teniendo un impacto severo en la calidad del producto. Hoy día la competencia es fiera en los mercados internacionales, ya en Asia se hacen telenovelas propias y otros países que compraban nuestros productos descubrieron que también pueden producirlos. Necesitamos darnos cuenta de que en Venezuela hay maravillosos escritores y actores, y que debemos ser más osados y rigurosos con nuevas historias.
-¿Qué sientes que falta a los dramáticos venezolanos para resurgir?
-Que la gerencia de la televisión venezolana se centre en buenas historias, lo cual es el gancho de todo espectáculo exitoso en cualquier país del mundo. Es necesario que esa gerencia vea hacia adentro; Venezuela no sólo cuenta con mujeres hermosas y Misses que se convierten en actrices de la noche a la mañana; tiene una geografía única en el mundo, un ámbito cultural, social e histórico del que podrían surgir excelentes historias. Es justamente lo que hacen Brasil y Colombia: dejarle saber al resto del mundo la riqueza cultural y geográfica de la que son dueños, del extraordinario humor y picardía que exudan sus habitantes. Tenemos una planta de actores y escritores extraordinariamente talentosa que han tenido que recurrir a la búsqueda de otros horizontes o emigrar porque su trabajo no es valorado. Lo que convierte en miope nuestra gerencia televisiva, es la filosofía de producir más, invirtiendo menos. La gerencia criolla necesita entender que las buenas historias valen dinero; los buenos escritores, actores, directores, fotógrafos y técnicos cuestan dinero, y que ésa sí es una inversión importante. Lo demás es sentarse y esperar a que caigan los frutos del árbol.
-Siendo un profesional de la dirección que se inició en RCTV, ¿cómo ves desde afuera lo que ha pasado recientemente con esta televisora?
-RCTV no sólo fue hogar y escuela de muchos profesionales de nuestro oficio. También fue una televisora familiar a la que uno le tenía especial afecto desde niño. El mejor legado que RCTV dejó en nuestro medio fue haber sido la sede de la Academia Nacional de Ciencias y Artes del Cine y la Televisión, creada en 1978; maravillosa iniciativa en la formación de técnicos, productores y directores que luego formaron parte de las filas de la producción profesional en esa planta. El cierre de RCTV que hoy por hoy con su archivo audiovisual debería ser declarado patrimonio de la nación es sumamente triste, pero no debe sorprendernos, pues los medios han colocado gobernantes en pedestales, y también han sido víctimas de ellos.
-¿Siempre la TV, o tienes planificado dar el salto al cine u otros géneros como el teatro?
-Antes de pensar siquiera en hacer televisión, sólo quería hacer cine, y sigue siendo mi meta final. Tuve la maravillosa oportunidad de estudiar cine en la Syracuse University de Nueva York. A finales de 2010 viajaré a México para rodar un largometraje cuyo guion también escribí, “El Libro de los Muertos”, con Francis Romero, actriz venezolana de gran trayectoria y un maravilloso elenco de México. También estoy trabajando en una adaptación de una novela de nuestro Miguel Otero Silva, y en “Rigor Mortis”, largometraje que escribí y que dirigiré y coproduciré con una compañía de Nueva York. Puedo anunciar que Harvey Keitel (“Mean Streets”, “The Bad Lieutenant”, “The Piano”, “Reservoir Dogs”), está planteado para protagonizar la historia. En proyecto también tengo dirigir teatro en México: “Same Time, Next Year”, con Anna Ciochetti y Omar Fierro.
-¿Cómo sería tu tipo de telenovela ideal que te gustaría desarrollar a futuro?
-Me gustó “Por estas Calles”, pero también me gusta la manera como los brasileños manejan sus historias de una forma completamente cinematográfica y sin renegar del melodrama. El tipo de telenovela que me gustaría hacer es la que combine la comedia, el drama y la acción de una manera inteligente. Este es el tipo de producto por el que se está apostando en Colombia, Brasil, Argentina, Chile; y cuyo ejemplo podría seguir Venezuela. Adicionalmente, me gustaría compartir la dirección con una mujer. Hay pocas directoras en este oficio y creo que la sensibilidad femenina, poseedora de una óptica muy particular, tiene mucho qué decir en este género que desde sus inicios fue escrito para las mujeres.
-¿De tantas telenovelas que dirigiste en Venezuela, de cuál guardas un especial recuerdo y por qué?
-Hay dos muy especiales para mí: “Amores de Fin de Siglo” en RCTV y “Enséñame a querer” en Venevisión. “Amores…” por haber sido la primera como director de exteriores y fue un excelente libro; allí tuve la oportunidad de trabajar con un elenco de ensueño y de experimentar diferentes discursos en los que el lenguaje cinematográfico rompía de alguna manera el esquema tradicional narrativo de nuestra televisión. “Enséñame a Querer” fue una magistral adaptación que hizo Alberto Barrera Tyzka de “Caballo Viejo” de Bernardo Romero. Allí compartí la dirección general con Luis Alberto Lamata, gran director y maravillosa persona, quien tuvo a bien abrirme las puertas de la dirección de estudio sin ningún temor ni celo, y de quien aprendí mucho sobre el oficio. Desgraciadamente, ese proyecto fue relegado a la gaveta de un escritorio y transmitido en un muy breve lapso de tiempo en el aire.
Por: Lic. Luis Ugueto
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