En La Cama

alcanza el éxtasis en su 2da. Temporada en la Casa Rómulo Gallegos (CELARG).

Emma Rabbe y Rafael Romero se meten “En la cama” junto a Jean Carlo Simancas y Catherina Cardozo. La divertida comedia internacional con toques reflexivos regresa exitosamente a las tablas, escrita por José María Muscari, adaptada y dirigida por Xiomara Moreno, en una producción de Sonia Villamizar y Eduardo Fermín.

EN LA CAMA

Desde el pasado jueves 18 de marzo regresó a la escena caraqueña esta entretenida comedia en la Casa de Rómulo Gallegos (CELARG, Altamira) donde, el público podrá conocer la historia cotidiana de dos parejas muy singulares, cuyas reflexiones y disertaciones acerca de los conflictos de pareja, las fantasías sexuales y las expectativas insatisfechas sorprenderán a más de uno, logrando crear entre el público una especie de atmósfera cómplice que fluctuará entre la incredulidad, la negación y/o la aprobación silenciosa, al disfrutar e identificarse con las anécdotas y dramas de estos 4 personajes, haciendo clic o ¡crack! todo desde la comodidad de las butacas de la sala de teatro.

SINOPSIS

La cama impone la condición íntima y nos abre el mundo privado de dos parejas, que por técnica escénica comparten una única cama, pero en diferentes tiempos. Ellos no se ven entre sí, acierto en el sobrio lenguaje escénico que genera un humor particular.

Emma Rabbe.

Jean Carlo Simancas.

La primera pareja (Jean Carlo Simancas y Emma Rabbe) forman un matrimonio maduro, acostumbrado a cierta rutina y a soportar los problemas y el mal humor del otro, con alguna historia de infidelidades que detonará la crisis entre ambos.

Rafael Romero.

Catherina Cardozo.

La segunda (Rafael Romero y Catherina Cardozo) es una pareja más joven y llena de sueños, pero a la que la idea de tener un hijo los enfrenta a su primer desencuentro serio como pareja: ella desea tenerlo y él se niega porque no quiere compartirla con nadie.

DERRUMBANDO LA CUARTA PARED

Uno de los elementos más interesantes de la puesta en escena de EN LA CAMA lo constituye, sin duda, el derrumbe de la cuarta pared. Sin cortapisas ni ambajes, los actores se permiten salir de la realidad de la obra, haciendo referencia directa a gags y pasajes de la vida real del elenco. Se invoca al luminito, “Súbeme la luz” cual si se estuviera en el set de grabación de un show televisivo. A la manera de un impune voyeur, el espectador asiste a un espectáculo en el que se han roto las convenciones de lo que se debe decir o hacer en público. Así, es partícipe de perturbadoras confesiones, comparte lo divertido, pero también lo doloroso, lo osado y lo patético de las situaciones.


En tono confesional, una puesta en escena minimalista que no altera el ritmo y desplazamiento de los personajes, cambios de vestuario plenamente justificados a lo largo del montaje, que van desde lo íntimo hasta lo festivo, y desde el espacio de la privacidad absoluta, los actores rompen la ilusión de la cuarta pared, ese muro invisible que separa la audiencia de la puesta en escena, para discutir con los espectadores, con desenfado y sin prejuicios, sobre sus ambivalentes sentimientos a propósito del sexo y de la relación de pareja. Una experiencia perturbadora para quien no esté habituado a un actor que le habla directamente, pero que como experiencia resulta interesante y provocadora por la identificación que se produce entre ambos grupos.

ACTUACIONES A FLOR DE PIEL

El elenco de la segunda temporada nos presenta dos sustituciones actorales: Carlota Sosa y Antonio Delli, presentes en la primera temporada, fueron reemplazados por Emma Rabbe y Rafael Romero.


Jean Carlo Simancas y Emma Rabbe repiten en esta ocasión, dándole vida a una pareja con varias años de matrimonio que intenta procesar las infidelidades de Batista (Simancas) con una chica menor de edad, mientras que él intenta lidiar con la complacencia que hace de cada uno de los gustos de su esposa (Rabbe), aderezado con las recurrentes manifestaciones de cariño y deseo como parte compensatoria de sus “correrías”.


Emma demuestra frescura y talante para la comedia, con un rol diametralmente opuesto a su celebrada caracterización de la atormentada Claudia en La Última Sesión, de Johnny Gavlovski (2009), junto a Jorge Palacios y José Manuel Ascensao. Sarcástica, celosa, directa y sensual, demuestra su amor de madre a toda prueba por su único hijo, sin dejar de lado su lado pasional, el cual puede asombrar a los más conservadores.


Jean Carlo Simancas reafirma su histrionismo y destreza en las tablas, todo un maestro de la escena. Eterno galán, por su porte y elegancia natural, se aleja del acartonamiento con un personaje pícaro y desenfadado, que aborda al público, lo increpa y lo invita a revelar parte de esas infidencias de cama, todo con picardía y respeto.

DEL SEXO Y SUS DERIVADOS

Propuestas de intercambio de parejas (swingers), fantasías, afición a la zoofilia y otras parafilias, surgidas al calor de una conversación caliente en la habitación o en el fulgor de la navegación nocturna por internet, Boris (Romero) se presenta como el “perfecto perverso incorregible”, macrobiótico, creativo, que hace alarde de su fértil imaginación (y dotación) quien se resiste a la idea de ser padre para no caer en un serio “déficit de atención” y desviar el afecto del padre al hijo, todo un “hombre bebé”, lo cual denota un carácter egoísta de su parte.

Sasha y Boris.

Sasha (Cardozo) da vida a una abnegada y profesional esposa que se aniquila en el plano personal al ceder su natural deseo de ser madre por no contrariar a su amoroso y necesitado (de afecto) esposo. De la admiración al tedio, por efecto de la costumbre, esta pareja confronta sus dilemas con una buena dosis de apertura, dejando de lado la magia y el romance.

Cardozo, además de asumir con éxito la producción de obras teatrales, tales como Hágase su Voluntad (2009-2010), a beneficio de la Fundación Senosalud, es capaz de meterse en la piel de Sasha, una mujer intelectual, moderna, abierta, que puede asombrarse, sin embargo ante la noticia de la verdadera identidad sexual de su cuñado, alegando que él “nunca se mostró afeminado”. Los paradigmas se desmontan, uno a uno, en estos tiempos modernos. Lo que ves no es lo que hay, lo que hay no es lo que ves…

LA COMEZÓN DEL SÉPTIMO AÑO versus EL FACTOR SORPRESA

El flagelo que socava las bases de muchas relaciones de parejas parece ser, en diversos casos, la rutina y la arrolladora fuerza de la costumbre. EN LA CAMA como pieza teatral invita a entender la inexorable naturaleza de la vida: el dinamismo. Nada se queda en su estado inicial, todo cambia. La fidelidad, lejos de ser un dogma religioso, es una consecuencia, y tiene en la novedad y el factor sorpresa su gran aliado.


Nunca es tan buen o como la primera vez, dicen por allí, razón por la cual, conservar ese magia de “la primera vez”, y festejar intensamente cada acontecimiento de la vida se convierte en el leitmotiv de la obra, dejando un sensación de felicidad en el ambiente, un placer orgásmico, cual placentero nirvana. Atributos que le confieren, un indiscutible toque Diverso…

Sonia Villamizar, actriz y productora teatral.

EN LA CAMA, cuenta con un equipo artístico que incluye, en la Asistencia de Dirección y Producción a Ricardo Guillen; en la asistencia de escena a Sofía Calcaño; en la Música a Enrique Bravo; en el Diseño de Imagen a Carlos Añez; en la Fotografía a Guillermo Felizola, y en Prensa a Yaya Andueza, en una Producción de Sonia Villamizar y Eduardo Fermín.



Las funciones de EN LA CAMA se presentan en la Fundación Celarg, en la Avenida Luis Roche de Altamira, en cartelera desde el 18 de marzo, de jueves a sábados a las 9:30 pm.


Los boletos, tienen un costo de 70 Bs. Entrada General y 60 Bs. Los jueves populares, pueden adquirirse en la Taquilla del Teatro. Teléfonos (0212) 285-2990 / 285-2721.

Para mayor información visite:
www.celarg.gov.ve

Texto y Fotos On Stage: Carlos Medina / Adiciones: NP Yaya Andueza.
Fotos Promocionales: Guillermo Felizola (Cortesía) / Imágenes de Soporte: Celarg.