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jueves, 7 de enero de 2016

Madonna

La Reina del Pop regresa a México, a la par que obtiene el People Choice's Award como Artista Icono Favorito. 

El esperado concierto de Madonna en tierras aztecas finalmente se llevó a cabo. Este show marca el retorno a los escenarios mexicanos desde su presentación en el Foro Sol en 2012. Con más de dos horas de retraso comenzó el comienzo del concierto, sin embargo, no afectó el ambiente festivo de las 16 mil 160 personas que disfrutaron de la presencia de la Reina del pop justo el Día de Reyes (Enero 6).



En simultáneo, Madonna se alzó con el premio de Artista Icono Favorito en la más reciente edición de los People's Choice Awards, gala transmitida en Venezuela por Warner Channel, donde la que la comediante estadounidense Ellen DeGeneres recibió un premio especial por su labor humanitaria.


 A continuación reproducimos parte de la reseña del portal web azteca Excelsior.com.mx, referente al show que ofreció la diva estadounidense en el Palacio de los Deportes (México).

(...) Por fin, la euforia llegó al Domo de Cobre, pero no fue con la presencia de la intérprete, sino con la de otro personaje de la realeza del pop: el fallecido Michael Jackson, con Wanna Be Startin’ Somethin’ lo que hizo que los 16 mil 160 asistentes se levantaran de sus asientos, con las mezclas de Dj Lunice. Pero pareció que a Madonna no le gustó que sonara el tema de Jackson, ya que antes de que terminara, apagaron las luces, quitaron la cortina roja que cubría el escenario y, a las 22:15, inició Revolution, con imágenes en las que además de la cantante aparece Mike Tyson. 



El show comenzó con Iconic con Madonna bajando de la parte superior del escenario dentro de una jaula en forma de cubo. Acompañada de un grupo de bailarines que sostenían largas cruces y vestidos con cascos de samuráis, la intérprete aprovechó su primera canción para caminar sobre la pasarela que salía del escenario en forma de cruz y que terminaba en un corazón. Pero la impaciente espera parecía haberse desvanecido. Madonna podrá tener problemas con su hijo Rocco, pero anoche, más 16 mil vástagos adoptivos le demostraron su incondicionalidad, amor y fanatismo. 


Siguió Bitch I’m Madonna —que canta junto a Nicki Minaj y quien apareció en las pantallas del recinto—, y Burning Up, en la que por fin se oyó su voz real —y no las pistas— mientras tocaba una guitarra. Y como sabe hacerlo, y le gusta, Madonna provoca. Uno de sus mejores blancos: la Iglesia católica. Bailarinas stripper con hábito de novicias bailaban al compás de Holy Water —con sampleo de Vogue— a la par que hacen poll dance en altas cruces. Al fondo, una escenificación del cuadro La Última Cena con bailarines sin camisa, mientras se tocan el cuerpo sobre la base que sirve de mesa. El ánimo continuaba y un “listos” —en español— por parte de Madonna dio pie a la segunda parte del show: Rockabilly Meets Tokyo, con el tema Body Shop, al más puro estilo de los años 50. 

Un respiro. La reina se sentó sobre unas llantas puestas en el escenario y saludó a la gente. Les preguntó si la pasaban bien y si se ejercitaban en su Body Shop. Todos respondieron al unísono con un rotundo sí. Por ello, Madonna pidió que algunos de sus bailarines se levantaran la camisa para dejar ver sus bien trabajados abdómenes sin gramo de grasa. “Y para no discriminar, también es tiempo para ellas”, comentó, para acto seguido pedir que una bailarina se desabrochara la camisa y mostrara sus senos y abdomen plano. Alguien de la audiencia, en las primeras filas, le mostró una playera de la pintora mexicana Frida Kahlo, y Madonna habló de lo mucho que le gustaba (incluso trató de llevar su historia al cine, pero no obtuvo los derechos). “Si Frida estuviera aquí, estaría muy feliz y, seguramente, se metería a mi Body Shop. Cantemos para que esta noche ella nos escuche”, dijo Madonna para cantar, mientras tocaba un ukelele, True Blue. 

Después de ese respiro, sonaron los primeros acordes de Deeper and Deeper, de su álbum Erotica. La gente celebraba con la monarca musical por haber escogido a México entre los países de gira que inició en septiembre pasado, en Canadá. La impuntualidad de la cantante ya no importaba para esta parte del show y aunque al cierre de esta edición apenas llegaba a la mitad, el ánimo calentaba la fría noche mientras Madonna lucía virginal ante los ojos de sus amantes al momento de cantar Like a Virgin, con sampleo del tema Erotica. 

La euforia se desató con Living For Love, La Isla Bonita y Who’s That Girl, donde la estética flamenco y latina prevaleció en el escenario. 

La reina se confesó en público y expresó: "Estoy pasando por un momento difícil en mi vida y a veces no tengo la fuerza para dar un show, pero luego veo sus caras y continúo", en relación a sus diferencias con Rocco, de 15 años, su hijo concebido junto al director de cine Guy Ritchie, quien se mudó a casa de su padre, porque no soporta seguir bajo la tutela de su famosa y estricta madre.

 Revelan las excéntricas peticiones de la Reina del Pop en México.
Candelabros de oro, manteles de seda, 30 guardaespaldas, un acupunturista, un monitor de yoga y varios chefs de comida vegetariana son algunas de las excéntricas peticiones que ha realizado Madonna en México, país al que llega por cuarta vez para actuar ante sus seguidores. La reina del pop ofrece dos conciertos, los días 6 y 7 de enero en el Palacio de los Deportes de la capital mexicana, dentro de su gira mundial “Rebel Heart Tour”, iniciada en septiembre de 2015 en Montreal, Canadá.

Según informan los medios locales, durante su estancia en un lujoso hotel del Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes del país, la intérprete de “Like a Virgin”, quien llegó al recinto rodeada de un riguroso operativo de seguridad pidió que su habitación y su camerino "estuvieran decorados con candelabros de oro y plata con un costo de casi 100,000 pesos", unos $5,700. También solicitó "manteles rojos de seda sobre todas las mesas con un costo de 10,000 pesos ($570) y una vajilla de cristal y porcelana", así como una dieta orgánica proveniente de Estados Unidos y Francia que se comercializa en 10,000 dólares al mes, apunta el diario Excélsior.

Además de todas estas peticiones, Madonna reclamó un servicio de limpieza en seco para su camerino. El lugar en que se guarde su vestuario debe estar forrado de una tela específica en tonos blancos y rosas, y decorado con lilas y rosas en colores pálidos, cuyos tallos deben medir exactamente seis pulgadas, detalló la cadena mexicana Radio Fórmula.

A la escala mexicana de “Rebel Heart” asistirán 36,000 espectadores durante los dos días (el primer día asistieron 16.160) que se sumarán a los 622,048 seguidores que han acudido a sus presentaciones en Norte América y Europa, marcadas por el glamur de la cantante. Madonna declaró a la revista “Rolling Stone” que el show es "un espectáculo con característica teatral".

 Su atuendo ha sido preparado por la diseñadora especializada en cine, Arianne Phillips, quien también ha trabajado con Lenny Kravitz, Justin Timberlake, entre otros. También colaboraron en la vestimenta de la cantante y de los artistas que la acompañan sobre las tablas, prestigiosas casas de diseño como Gucci, Prada o Miu Miu.

El espectáculo cuenta con una puesta en escena conformada por gigantescas pantallas y largas pasarelas con 50 artistas y bailarines que en conjunto forman cuatro atmósferas artísticas diferentes: Samuráis y Juana de Arco; Rockabilly en Tokio; Latino y Gipsy y, por último, los felices años veinte. La Reina del Pop, de 57 años, explicó que el nombre de esta gira se refiere a dos fases importantes de su vida. De un lado, la parte rebelde, y del otro, la parte romántica, pues "nadie puede vivir sin amor", según declaró al Journal de Montreal en agosto pasado. "El amor es un tema muy presente. El romanticismo, las heridas de amor, creer en tus sueños, creer en sí, levantarse a pesar de los obstáculos de la vida... esas cosas que nos pasan día a día", argumentó la diva.

La primera vez que Madonna se presentó en México fue en 1993 con “The Girlie Show”; en 2008 llegó con “Sticky & Sweet Tour”, y en 2012 con “The MDNA Tour”.


Revelan la razón por qué el hijo de Madonna se mudó con su padre 
La reina del pop sufre al igual que otros padres la rebeldía de Rocco. Nueva York, Estados Unidos. La razón por la que el joven Rocco Ritchie (15) decidió abandonar a su madre, Madonna, el pasado mes de diciembre en mitad de su gira de conciertos para mudarse a Londres con su padre, el director de cine Guy Ritchie, y la mujer de este, Jacqui Ainsley, fue que la cantante le quitó el teléfono celular como castigo por descuidar sus tareas escolares. "Madonna es bastante estricta con Rocco y decidió confiscarle el móvil cuando empezó a interferir en sus estudios. Es más estricta que Guy y eso es algo que a Rocco no le gusta. Cuando le quitó el móvil, fue la gota que colmó el vaso para él", explicó una fuente al periódico Daily Mirror.

En respuesta a la decisión de su hijo de trasladarse a vivir con su padre, la reina del pop acudió a los juzgados para intentar obligar a Rocco a regresar con ella a Nueva York para pasar las vacaciones navideñas, pero su hijo ignoró las órdenes del juez, negándose a abandonar Reino Unido. Por su parte, el cineasta habría contratado ahora a varios abogados para luchar por la custodia de su hijo.

Guy -que también es padre de Rafael (5), Rivka (3) y Levi (1) junto a su mujer- considera que su vida familiar es más "estable y adecuada" para Rocco, quien está convencido de que su famosa madre no le presta realmente atención a pesar de su carácter "controlador". 

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Fuentes: ElExcelsior.com.mx / ElUniversal.com.mx / ElNuevoDía.com / LaPrensa.hn // Adiciones: Carlos Medina @carlosmedina1
Fotos: EFE / Universal Music / Twitter / PoisonBS6 / Facebook / AP / AFP (Cortesía).