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miércoles, 13 de abril de 2016

David Placer

El escrito de "Los brujos de Chávez" desvela cómo la santería se adueñó del poder en Venezuela.

El polémico libro, publicado por la Editorial Sarrapia es una investigación periodística del venezolano David Placer, que entrevistó al círculo íntimo de Chávez, visitó brujos y santeros de todo el país y hasta entró a los salones del Palacio de Miraflores donde, según sus propios responsables, se practica el espiritismo. Tras 60 entrevistas a ex-amantes, ex-ministros y colaboradores del régimen, el periodista y escritor venezolano residenciado en Madrid (España) detalla cómo el chavismo utilizó la magia como prolongación de la política en el libro Los brujos de Chávez. 

 David Placer, autor del libro "Los brujos de Chávez".

Todo empezó con las lecturas de cartas. Luego sintió atracción por la lectura de mano, los amuletos y los rituales. Pero cuando Hugo Chávez alcanzó la presidencia, el hombre místico y supersticioso se rodeó cada vez más de brujos y santeros porque tenía la convicción de que ellos le ayudarían a retener y a acumular más poder. La faceta mágico-religiosa del chavismo es una de las revelaciones del libro. La obra revela la dependencia del gobierno de asuntos esotéricos y detalla cómo la santería fue utilizada por el chavismo para ganar adeptos y para convertir al militante en devoto y al movimiento político en religión. 

Los brujos de Chávez es el resultado de una investigación de tres años. En ella, Placer narra cómo la inteligencia cubana articuló la llegada de santeros que tenían una doble función: la de guías espirituales y la de espías que informaban al gobierno de La Habana sobre todos los movimientos y en empresas clave del Estado como la petrolera Pdvsa. El periodista también recorrió los pasillos del Palacio de Miraflores y visitó los salones donde se practican sesiones de espiritismo. 

Las claves de la investigación 

1) Cuando Chávez conspiraba, acudía a leerse las cartas con la bruja Cristina Marksman, hermana de la amante de Hugo Chávez entre 1982 y 1992: Herma Marksman. El autor ha recogido una decena de testimonios que certifican la relación estrecha entre la bruja y Chávez. También publica una carta inédita que el entonces soldado envía a su bruja. El expresidente no tomaba una decisión importante sin visitarla. Cristina le predijo su muerte antes de los 60 años, tal como recuerdan sus amigos. 

2) Chávez organizaba sesiones de espiritismo en la cárcel y pedía a los espíritus de los libertadores que lo guiaran en el camino. A varios allegados les contó que él mismo era la reencarnación de Ezequiel Zamora. Sentía una fascinación por los espíritus aunque alguno de sus compañeros también vio en él a un actor que, con esas aficiones, intentaba ganar simpatías del resto de crédulos. 

3) Cuando Chávez llegó a la presidencia, comenzó a rodearse de babalawos cubanos. Desde entonces la santería comenzó a llenar los ministerios, las Fuerzas Armadas y las altas oficinas del gobierno. El ex Ministro de la Defensa, Raúl Baduel, a quien el autor entrevistó en dos ocasiones en la cárcel de máxima seguridad en Ramo Verde, asegura que la penetración de la santería cubana en Venezuela fue diseñada desde Cuba. Los santeros llegados de La Habana –explica– tenían una doble función: la de consejeros espirituales y también la de agentes secretos de Fidel Castro. 

4) La investigación corrobora cómo la santería y la palería (que trabaja con huesos de muertos) se han apoderado de los cementerios venezolanos, especialmente del cementerio general del Sur. El autor visitó el camposanto aquejado por numerosas profanaciones. Ha desaparecido, entre centenares de cuerpos, el del ex presidente y brujo, Joaquín Crespo. Los responsables del cementerio conviven a diario con la profanación y el negocio de venta de huesos y no tienen duda de que la santería ha extendido sus tentáculos de forma extraordinaria con el chavismo. 

5) Las creencias en espíritus y hechizos no era una cualidad única de Hugo Chávez. También está extendida en el chavismo, tal como reconoció para este libro el diputado Diosdado Cabello y como admitió en un audio difundido por la oposición el conductor de televisión Mario Silva. En el Palacio Presidencial de Miraflores se realizan sesiones de espiritismo. Placer visitó los salones donde se celebran esos rituales y comprobó y fotografió los objetos de santería que reposan en el suelo y en las paredes, junto con los cuadros históricos. Los velones, frutas, pétalos, anclas y hachas comparten en espacio en un lugar que los chavistas y los delegados cubanos describen como único y mágico. 

Sobre el autor.
David Placer (Caracas, 1978) se ha convertido en un periodista experto en la vida y negocios de los altos jerarcas del chavismo en España. Ha seguido la pista del dinero, las tramas empresariales de los hombres que han multiplicado su fortuna durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En 2013, antes de la muerte del líder de la Revolución Bolivariana, inició esta investigación que desvela la faceta más supersticiosa del chavismo. 

En España trabaja para el diario Economía Digital y es corresponsal en Madrid de Konzapata.com. Con anterioridad prestó sus servicios durante siete años en El Periódico de Cataluña, donde publicó reportajes sobre los graves problemas sociales del extrarradio de Barcelona que surgieron a raíz de la crisis económica. También ha colaborado con el diario El Mundo, de España. Estudió Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela y trabajó en los inicios de su carrera en el diario El Nacional. En 2002 se trasladó a Barcelona (España) donde cursó el Máster de Tecnologías Digitales en la Universitat Pompeu Fabra y el Máster de Periodismo organizado por la Universitat de Barcelona y la Universidad de Columbia, de Nueva York. 

El libro Los brujos de Chávez está disponible en las librerías de Venezuela y en www.amazon.com en su versión impresa y digital. 

Más información: @BrujosDeChavez y @dplacer en Twitter

Texto: NP Marcy Rangel // Adiciones: Carlos Medina @carlosmedina1
Fotos y portada del libro: Sarrapia Ediciones / Twitter (Cortesía).